Filtros para proteger contra las abrasiones
Uno de los problemas principales de los portadores de gafas es la abrasión de las lentes. Al dejarlas sobre una mesa, limpiarlas con materiales no apropiados, etc., se produce un deterioro acelerado de las lentes; esto provoca problemas de visión y supone la necesidad de cambiar las lentes con el coste económico que supone. En la actualidad, existen filtros muy efectivos que evitan que las gafas se rayen o deterioren. Sin embargo, es necesario que los portadores de gafas sean conscientes de los cuidados que requiere el tipo de lente que utilizan, información que puede ser solicitada a su óptico de confianza.
Filtros ultravioleta
Las radiaciones ultravioleta tienen componentes que son nocivos para la salud ocular. Por esta razón, es necesario utilizar filtros de protección, especialmente en los individuos que padecen alteraciones degenerativas maculares. Actualmente, las lentes que más se utilizan son policarbonatos y plásticos de alto índice de refracción, que ya incorporan estos filtros. Por lo que se recomienda vigilar que no haya, en el precio de las lentes, un recargo añadido por estos filtros.
Filtros antirreflejo
Existen múltiples situaciones que pueden ocasionar reflejos en las lentes: ciertos pavimentos, agua, nieve, cristal, etc. Esta situación puede ocasionar problemas de distinta índole, con deterioro de la calidad visual, situación especialmente importante cuando conducimos y más aún si es de noche. Para evitar este desagradable efecto negativo, existen filtros que cubren las lentes reduciendo estos reflejos. Hay que advertir a los usuarios de filtros que la limpieza de las lentes con materiales abrasivos deteriora el filtro; por ello, es necesario utilizar paños mojados o simplemente colocar las gafas debajo del grifo del agua y aplicarles algo de jabón y dejarlas secar sin tocar las lentes.
Gafas con filtros especiales
Recientemente, han aparecido filtros para mejorar situaciones especiales, básicamente para incrementar el contraste en pacientes que sufren alteraciones maculares, una proceso cada vez más frecuente porque se relaciona con la edad.
La mayor expectativa de vida comporta que la incidencia de estas enfermedades oculares se haya incrementado de forma muy importante. En estos casos, se pueden utilizar filtros que sólo dejan pasar una parte del espectro de la luz. Generalmente, son de color amarillo y lo que consiguen es frenar el paso de la luz azul (aberración cromática), que es la que puede ocasionar un mayor deterioro de la calidad visual.
Es frecuente ver individuos que utilizan gafas con cristales amarillos, para mejorar el contraste y la calidad visual y, si bien hemos dicho que están indicadas para aquéllos que padecen degeneraciones maculares, también pueden ser muy útiles para los que padecen cualquier tipo de proceso retiniano que suponga una pérdida progresiva del funcionalismo visual. También utilizan estos filtros individuos que deben conducir o realizar actividades en las que es necesario fijar la vista de forma prolongada. En estos casos, sin necesidad de que exista ningún tipo de enfermedad, pueden suponer un beneficio, porque mejoran las condiciones visuales al provocar un cierto efecto relajante. Este tipo de filtros, como hemos anotado, se ha revelado útil en personas que sufren dislexia porque ayuda a fijar el enfoque de las letras.
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